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Introducción
EEn el entorno empresarial actual –caracterizado por la globalización de los mercados y la necesidad de información financiera transparente, confiable y comparable– la preparación adecuada de los estados financieros cobra especial relevancia. Entre estos, el Estado de Situación Financiera, también conocido como Balance General, es una herramienta fundamental para comprender la salud financiera de una entidad en un momento determinado. Este estado presenta de forma estructurada los activos, pasivos y el patrimonio de la empresa, permitiendo evaluar su capacidad económica para operar, cumplir con sus obligaciones y generar valor para sus accionistas.
Desde la perspectiva de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), el estado de situación financiera debe reflejar fielmente la posición financiera de la entidad, con criterios claros de clasificación, medición y presentación de sus componentes. A su vez, en contextos tributarios, este estado debe estar alineado con las disposiciones fiscales vigentes, lo que implica un conocimiento detallado de los requerimientos legales y contables locales.
El estudio de este estado financiero no solo permite identificar los recursos disponibles de la empresa y las fuentes de financiación utilizadas, sino que también posibilita el análisis de indicadores claves, como la liquidez, la solvencia y el apalancamiento financiero. Además, sirve como base para la toma de decisiones por parte de gerentes, inversionistas, acreedores y otros usuarios externos.
Durante esta clase, se abordarán el concepto, la función, la estructura y los métodos de presentación del estado de situación financiera, así como su relación con otros estados financieros. Se desarrollarán ejemplos prácticos y se analizará cómo su correcta elaboración contribuye a una adecuada gestión empresarial y al cumplimiento de los marcos regulatorios contables y tributarios.
Valor residual
Es el precio estimado que se puede obtener al vender o disponer de él al final de su vida útil, después de haber sido depreciado o amortizado. Es decir, lo que queda del valor original del activo después de que se ha utilizado durante un período de tiempo.
Ratios
Es una razón; es decir, la relación entre dos números y se expresa mediante una fórmula. Así pues, los ratios financieros son indicadores o cocientes que muestran la situación financiera de una empresa, al ser contrastados con los valores óptimos del sector.
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13.1. Definición y propósito del estado de situación financiera
13.1.1 Definición
El estado de situación financiera, también conocido como balance general, es uno de los estados financieros fundamentales que presenta la situación económica de una entidad en una fecha específica, mostrando lo que la empresa posee (activos), lo que debe (pasivos) y el para sus propietarios (patrimonio).
De acuerdo con la NIC 1 - Presentación de Estados Financieros, este estado tiene como objetivo reflejar:
“La posición financiera de una entidad, mostrando los activos, pasivos y patrimonio al final del período”.
Su fórmula básica es: Activos = Pasivos + Patrimonio
Este estado es un informe contable, que presenta la posición financiera de una empresa en un momento determinado. Está estructurado en tres componentes principales: activos, pasivos y patrimonio. Los activos representan los recursos que posee la empresa y que se espera generen beneficios económicos futuros. Los pasivos son las obligaciones presentes derivadas de eventos pasados, que la empresa debe cancelar mediante la entrega de recursos. Y el patrimonio refleja el interés residual de los propietarios en los activos de la entidad, luego de deducir todos sus pasivos.
El propósito principal del estado de situación financiera es ofrecer una imagen clara y comprensible de la situación financiera de la entidad, facilitando el análisis de su solidez, estabilidad y capacidad para cumplir con sus compromisos. Este estado financiero proporciona información clave para la toma de decisiones por parte de diversos usuarios: gerentes, inversionistas, entidades financieras, proveedores, autoridades tributarias y otros interesados.
Desde la perspectiva de las NIIF, el estado de situación financiera debe elaborarse con base en principios de relevancia, representación fiel, comparabilidad y claridad. Su adecuada presentación permite analizar aspectos fundamentales, como liquidez (capacidad de cumplir obligaciones a corto plazo), solvencia (capacidad de mantenerse a largo plazo), endeudamiento y patrimonio neto disponible.
En resumen, este estado financiero no solo revela lo que la empresa posee y debe, sino también cómo está financiada. Su análisis contribuye al diagnóstico integral de la situación económica de la entidad, siendo indispensable para la gestión estratégica, la planificación financiera y la evaluación del desempeño organizacional.
13.1.2 Importancia en la evaluación de la posición financiera de la empresa
El estado de situación financiera es una herramienta esencial para evaluar la salud económica de una empresa, ya que permite conocer su capacidad para operar eficientemente, cumplir con sus obligaciones financieras y sostener su crecimiento a lo largo del tiempo. A través del análisis de sus tres componentes —activos, pasivos y patrimonio— los interesados pueden interpretar la solidez de la entidad, su nivel de endeudamiento y su capacidad de generar valor a los accionistas.
Uno de los aspectos más importantes que se evalúan mediante este estado financiero es la liquidez; es decir, la capacidad de la empresa para afrontar sus compromisos de corto plazo, utilizando sus activos corrientes. También permite medir la solvencia, que se refiere a la habilidad de mantenerse operativa en el largo plazo, gracias a una estructura financiera equilibrada, entre recursos propios y ajenos. Estos indicadores son fundamentales para la gestión del riesgo financiero y para planificar estrategias de financiamiento o inversión.
Además, el estado de situación financiera facilita el cálculo de razones financieras, como el índice de endeudamiento, el capital de trabajo y el índice de rentabilidad sobre patrimonio, entre otros. Estos permiten realizar comparaciones interperiodos e interempresas, útiles tanto para la dirección administrativa como para terceros interesados, como inversionistas, bancos, proveedores o entes reguladores.
Por lo tanto, el estado de situación financiera no es simplemente un resumen estático de cuentas, sino una fuente clave de información para tomar decisiones bien fundamentadas, realizar diagnósticos financieros y formular políticas orientadas a mejorar la eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad de la organización.
13.1.3 Relación con el estado de resultados y el estado de flujo de efectivo
El estado de situación financiera está estrechamente vinculado con el estado de resultados y el estado de flujos de efectivo, conformando juntos el conjunto básico de los estados financieros bajo las NIIF. Esta interrelación permite obtener una visión integral del desempeño económico y de la situación financiera de una entidad.
En primer lugar, el estado de resultados informa sobre los ingresos, costos y gastos de la empresa durante un período determinado, reflejando su rentabilidad. La utilidad o pérdida neta resultante se transfiere directamente al patrimonio en el estado de situación financiera; esto afecta las utilidades retenidas. Así, la evolución del capital contable depende en gran medida del resultado de las operaciones, evidenciando cómo las decisiones operativas impactan en la posición financiera.
Por otro lado, el Estado de flujos de efectivo proporciona detalles sobre los movimientos de efectivo y sus equivalentes, clasificados en actividades operativas, de inversión y de financiamiento. Esta información se relaciona con el estado de situación financiera, al explicar los cambios en las cuentas de efectivo, activos y pasivos durante el período. Por ejemplo, un aumento en cuentas por cobrar (activo corriente) o en préstamos bancarios (pasivo no corriente) tiene su contraparte explicativa en los flujos de efectivo.
En conjunto, estos tres estados permiten a los usuarios evaluar no solo lo que posee y debe la empresa, sino también cómo genera sus ingresos y cómo administra sus recursos líquidos. La interpretación integrada de estos documentos contables resulta esencial para diagnosticar la viabilidad económica, identificar tendencias financieras y fundamentar las decisiones estratégicas, operativas y de inversión.
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13.2 Estructura del estado de situación financiera
El estado de situación financiera, también conocido como balance general, presenta la situación económica de una empresa en una fecha determinada. Su estructura está dividida en tres grandes componentes: activos, pasivos y patrimonio, siguiendo la ecuación contable fundamental:
Activo = Pasivo + Patrimonio Esta estructura permite identificar con claridad los recursos que posee la empresa (activos), sus obligaciones financieras (pasivos) y la participación de los propietarios (patrimonio). El formato y el contenido de este estado están regulados por la NIC 1: Presentación de Estados Financieros; la cual establece los lineamientos generales para su elaboración conforme a las NIIF.
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Para conocer más sobre cómo entender el estado de situación financiera, puedes ver el siguiente video ¡Accede aquí!
13.2.1 Activos
Figura 1: Activos.
Fuente: (Renting, 2021)Los activos representan todos los bienes y derechos que posee la empresa, los cuales están clasificados en:
- Activos corrientes: aquellos que se espera convertir en efectivo, vender o consumir en el ciclo normal de operación, generalmente en un año (por ejemplo, efectivo, cuentas por cobrar e inventarios).
- Activos no corrientes: bienes de largo plazo utilizados en la operación del negocio, como propiedades, plantas, equipos y activos intangibles.
Figura 2:¿Que son los activos?
Fuente: Pérez, (p. 18).13.2.2 Pasivos
Son las deudas y obligaciones financieras que la empresa tiene frente a terceros. Se clasifican en:
- Pasivos corrientes: deudas que deben pagarse dentro de un año (cuentas por pagar, obligaciones bancarias de corto plazo).
- Pasivos no corrientes: obligaciones de largo plazo como préstamos bancarios o provisiones para beneficios futuros.
Figura 3: Pasivos.
Fuente: (Taya, 2023)
13.2.3 Patrimonio
Representa el interés residual en los activos de la entidad después de deducir todos sus pasivos. Incluye el capital social aportado por los socios, reservas y utilidades retenidas acumuladas.
Figura 4: Patrimonio.
Fuente: (Taya, 2023)
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Para conocer más sobre el patrimonio, puedes ver el siguiente video ¡Accede aquí!
13.2.1.1 Activos corrientes (efectivo, cuentas por cobrar, inventarios)
Figura 5: Activos corrientes.
Fuente: (Socialhizo, s.f.)Los activos corrientes son aquellos bienes y derechos que una empresa espera convertir en efectivo, vender o consumir dentro de su ciclo normal de operaciones, el cual generalmente no excede los doce meses. Estos activos proporcionan liquidez inmediata y son esenciales para la operatividad diaria del negocio. La correcta clasificación y valoración de estos elementos es fundamental, tanto para la toma de decisiones internas como para el cumplimiento de las NIIF, especialmente de la NIC - 1, que regula su presentación.
Entre los activos corrientes más representativos encontramos:
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Efectivo y equivalentes de efectivo. Incluyen dinero en caja, cuentas bancarias y otros activos de alta liquidez, que se pueden convertir fácilmente en efectivo sin riesgo significativo de pérdida de valor. Es el recurso más líquido y sirve como base para medir la capacidad de pago a corto plazo.
Figura 6: Efectivo y equivalentes.
Fuente: (Camino contable, 2023) -
Cuentas por cobrar. Son los derechos que tiene la empresa de recibir efectivo u otros activos de clientes u otras partes por ventas a crédito. Se deben presentar netos de una provisión para cuentas incobrables, en cumplimiento de la NIIF 9, que regula el deterioro de activos financieros.
Figura 7: Cuentas por cobrar.
Fuente: (Contable Tip, 2017) -
Inventarios. Representan bienes disponibles para la venta o materias primas, productos en proceso y productos terminados en empresas industriales. La valoración de los inventarios debe seguir lo establecido en la NIC-2, que permite métodos como el costo promedio ponderado o el método FIFO, pero prohíbe el uso del método LIFO.
Figura 8: Inventarios.
Fuente: (CESA, 2021)
La adecuada gestión de los activos corrientes permite garantizar la continuidad operativa, evitar problemas de liquidez y mantener una rotación eficiente del capital de trabajo. Su análisis es clave para medir la liquidez de la empresa, calcular el capital de trabajo neto y planificar el flujo de caja.
13.2.1.2 Activos no corrientes (propiedad, planta y equipo, activos intangibles)
Los activos no corrientes son aquellos recursos que una empresa utiliza en su actividad operativa por más de un año y que no están destinados a la venta inmediata. Estos activos representan inversiones a largo plazo que generan beneficios económicos futuros y son clave para el desarrollo sostenible del negocio. De acuerdo con la NIC-16 – Propiedades, Planta y Equipo y la NIC-38 – Activos Intangibles, estos elementos deben ser reconocidos, medidos y depreciados o amortizados de acuerdo con su naturaleza y uso.
Figura 9: Activos no corrientes.
Fuente: (Contabilidad Basica, s.f.)Dentro de esta categoría se destacan:
- Propiedad, planta y equipo (PPE). Son activos tangibles, como terrenos, edificios, maquinaria, vehículos, mobiliario y equipos, adquiridos para ser usados en la producción de bienes o prestación de servicios, o con fines administrativos. Estos activos deben medirse inicialmente por su costo y posteriormente por el modelo de costo o el modelo de revaluación, según la política contable de la entidad. Se depreciarán sistemáticamente durante su vida útil estimada, excepto los terrenos, que no se deprecian.
- Activos intangibles. Son activos no físicos, identificables como marcas, patentes, software, licencias, derechos de uso, concesiones y desarrollo tecnológico. Su reconocimiento requiere que sean controlados por la empresa y que se espere obtener beneficios económicos de ellos. De acuerdo con la NIC-38, los activos intangibles deben amortizarse a lo largo de su vida útil (si es finita) y someterse a pruebas de deterioro según la NIC-36, si su vida útil es indefinida o si existen indicios de pérdida de valor.
Figura 10: Comparación de activos corrientes y no corrientes.
Creación del autor Santiago Viteri.
13.2.2.1 Pasivos corrientes (obligaciones a corto plazo, cuentas por pagar)
Los pasivos corrientes son aquellas obligaciones financieras que la empresa debe saldar dentro del ciclo operativo normal (generalmente de un año) o en un período inferior a doce meses desde la fecha de presentación de los estados financieros. Su reconocimiento y clasificación son fundamentales para evaluar la liquidez de la entidad y su capacidad de hacer frente a sus compromisos de corto plazo, sin comprometer sus operaciones.
De acuerdo con la NIC-1 – Presentación de Estados Financieros, un pasivo debe clasificarse como corriente cuando:
- Se espera liquidarlo en el curso del ciclo normal de operaciones.
- Se mantiene principalmente con fines de negociación.
- Su vencimiento es en un plazo no mayor a doce meses.
- La entidad no tiene el derecho incondicional de diferir su liquidación por al menos doce meses.
Principales ejemplos de pasivos corrientes:
- Cuentas por pagar a proveedores. Representan deudas originadas por la adquisición de bienes o servicios a crédito. Son comunes en casi todos los modelos de negocio y reflejan la eficiencia en la gestión de relaciones comerciales.
- Obligaciones fiscales por pagar. Incluyen impuestos sobre la renta, IVA, contribuciones patronales y otras cargas impositivas pendientes de liquidación con la autoridad tributaria.
- Remuneraciones y beneficios por pagar. Corresponden a sueldos, bonificaciones, aportes patronales y beneficios sociales devengados pero no pagados al cierre del período contable.
- Deudas bancarias de corto plazo. Préstamos con vencimiento en menos de un año, incluidos sobregiros y líneas de crédito utilizadas.
- Otros pasivos acumulados. Gastos devengados como servicios públicos, seguros, intereses por pagar o provisiones de corto plazo.
13.2.2.2 Pasivos no corrientes (préstamos de largo plazo, provisiones)
Los pasivos no corrientes son aquellas obligaciones financieras cuyo vencimiento excede los doce meses a partir de la fecha del estado de situación financiera o que no forman parte del ciclo normal de operación. Representan compromisos de largo plazo que la entidad debe gestionar de manera estratégica, ya que influyen en la estructura de capital y en la planificación financiera futura.
La NIC-1 establece que estos pasivos deben presentarse por separado de los pasivos corrientes, con el fin de reflejar de forma transparente la estructura de la deuda y permitir una adecuada evaluación de la solvencia a largo plazo.
Ejemplos comunes de pasivos no corrientes:
- Préstamos de largo plazo. Incluyen créditos bancarios con vencimientos superiores a un año, bonos emitidos por la empresa y otras deudas contractuales con plazos extendidos. Su adecuada gestión permite financiar inversiones significativas, como adquisición de activos fijos, expansión o innovación tecnológica.
- Arrendamientos financieros. Bajo la NIIF-16, los contratos de arrendamiento que transfieren sustancialmente los riesgos y beneficios del activo se reconocen como pasivos no corrientes, junto con su correspondiente activo por derecho de uso.
- Provisiones de largo plazo. Son pasivos cuya cuantía o fecha de pago es incierta, como las obligaciones legales por demandas, provisiones para beneficios postempleo (pensiones) o desmantelamiento de activos. Su tratamiento contable está regulado por la NIC-37, que requiere reconocer una provisión cuando exista una obligación presente, sea probable la salida de recursos y se pueda estimar razonablemente el monto.
13.2.3 Patrimonio
El patrimonio representa el interés residual en los activos de una entidad, una vez deducidos todos sus pasivos. En otras palabras, es lo que “les pertenece” a los propietarios de la empresa tras haber cumplido todas sus obligaciones con terceros. En términos contables, se expresa con la fórmula:
Patrimonio = Activos – Pasivos Desde la perspectiva de las NIIF, particularmente la NIC-1, el patrimonio debe reflejar de forma clara y detallada la fuente de financiamiento interno de la entidad y los resultados acumulados a lo largo del tiempo.
El patrimonio se compone de diferentes elementos, que varían dependiendo del tipo de empresa (individual, sociedad o corporación), pero en general incluye:
- Aportes iniciales y adicionales de los propietarios o accionistas.
- Resultados acumulados (utilidades o pérdidas).
- Reservas legales, estatutarias o voluntarias.
- Otras partidas de revalorización o ajustes patrimoniales.
El patrimonio es un componente clave para evaluar la solidez financiera de una empresa. Un patrimonio positivo indica que la empresa posee más activos que pasivos, mientras que un patrimonio negativo refleja una situación de insolvencia técnica
13.2.3.1 Capital social
El capital social representa uno de los elementos fundamentales del patrimonio de una empresa. Está constituido por los aportes iniciales y posteriores realizados por los socios o accionistas, a cambio de una participación en la propiedad de la entidad. Estos aportes pueden efectuarse en efectivo, en especie (bienes muebles o inmuebles) o en derechos, según lo permitido por la legislación vigente.
Desde la perspectiva contable y según la NIC-1 – Presentación de Estados Financieros, el capital social debe presentarse como parte del patrimonio, reflejando de manera separada el monto total autorizado, suscrito y pagado, en caso de que existan diferencias entre estos conceptos.
En el contexto ecuatoriano, la Ley de Compañías establece requisitos mínimos de capital para ciertos tipos de sociedades, y exige que dicho capital esté claramente determinado en el estatuto constitutivo de la empresa. Además, la ley obliga a que cualquier modificación del capital (ampliación, reducción o restructuración) sea formalizada mediante reformas estatutarias y registrada ante la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.
El capital social cumple diversas funciones dentro del marco financiero y legal de una empresa:
- Proporciona los recursos iniciales para iniciar operaciones.
- Ofrece garantías a los acreedores sobre la solvencia mínima de la entidad.
- Define la participación y derechos políticos y económicos de los socios, como el derecho a voto y a dividendos.
13.2.3.2 Reservas y utilidades retenidas
Las reservas y utilidades retenidas forman parte del patrimonio contable de la empresa y reflejan los beneficios acumulados que no han sido distribuidos a los socios o accionistas, sino que se han destinado a fortalecer la estructura financiera de la organización.
Reservas. Las reservas son porciones de las utilidades que la empresa decide retener y destinar a fines específicos o generales, y pueden clasificarse como:
- Reservas legales. Son obligatorias por ley. En Ecuador, por ejemplo, el Código de Comercio y la Ley de Compañías disponen que las sociedades deben destinar un 10 % de las utilidades netas de cada ejercicio para formar una reserva legal, hasta que esta alcance al menos el 50 % del capital suscrito.
- Reservas estatutarias. Se crean de acuerdo con lo estipulado en el estatuto de la compañía.
- Reservas voluntarias. Se constituyen por decisión de la junta general de socios o accionistas, con fines específicos como expansión, contingencias, reinversión, entre otros.
Estas reservas constituyen una fuente de autofinanciamiento y una herramienta de protección financiera ante imprevistos.
Utilidades retenidas. Las utilidades retenidas corresponden a los beneficios netos de ejercicios anteriores, que no se han distribuidos ni reservados; y permanecen en la empresa como parte de su patrimonio. Estas ganancias acumuladas pueden destinarse a futuras distribuciones, inversiones o cobertura de pérdidas futuras.
Desde el punto de vista de la presentación financiera, tanto las reservas como las utilidades retenidas deben mostrarse claramente en el estado de situación financiera dentro del patrimonio, cumpliendo con los lineamientos establecidos en la NIC-1.
Ambos componentes son fundamentales para evaluar la capacidad de crecimiento, solvencia y autonomía financiera de una empresa. Además, reflejan la política de reinversión y distribución de utilidades adoptada por la administración.
13.2.4 Métodos de presentación del estado de situación financiera
El estado de situación financiera puede presentarse de diferentes maneras, siempre que cumpla con los principios de claridad, comparabilidad y transparencia establecidos en la NIC-1 – Presentación de Estados Financieros. La norma no impone un formato único, pero sí exige que los activos y pasivos se clasifiquen entre corrientes y no corrientes, y que se presenten de forma estructurada y comprensible para los usuarios.
Existen principalmente dos métodos de presentación aceptados.
13.2.4.1 Método de cuenta (horizontal)
Este método presenta el estado de situación financiera en forma espejada, dividiendo la información en dos columnas enfrentadas:
- Columna izquierda: activos
- Columna derecha: pasivos y patrimonio
Se utiliza con frecuencia en informes internos o formatos tradicionales. Permite visualizar el equilibrio contable entre los recursos (activos) y las fuentes de financiamiento (pasivos + patrimonio).
Ejemplo simplificado:
13.2.4.2 Método de reporte (vertical)
Este formato presenta la información de forma descendente, desde los activos hasta el patrimonio, en una sola columna. Es el más utilizado bajo las NIIF; especialmente en reportes financieros internacionales y documentos para inversionistas.
El orden general es:
- Activo corriente
- Activo no corriente
- Total activos
- Pasivo corriente
- Pasivo no corriente
- Total pasivos
- Patrimonio
- Total pasivo + patrimonio
Ventajas del método vertical:- Facilita la lectura para usuarios no expertos.
- Es más compatible con herramientas tecnológicas y software contable.
- Es el preferido en presentaciones digitales y análisis financiero.
Comparación de ambos métodosCaracterística Método de cuenta Método de reporte Estructura Dos columnas enfrentadas Una sola columna descendente Claridad visual Alta para usuarios técnicos Mayor simplicidad general Uso común Tradicional/interno NIIF y reportes oficiales Comparabilidad Limitada Alta EstructuraMétodo de cuenta: Dos columnas enfrentadas
Método de reporte: Una sola columna descendente
Claridad visualMétodo de cuenta: Alta para usuarios técnicos
Método de reporte: Mayor simplicidad general
Uso comúnMétodo de cuenta: Tradicional/interno
Método de reporte: NIIF y reportes oficiales
ComparabilidadMétodo de cuenta: Limitada
Método de reporte: Alta
Figura 11: Métodos de presentación ESF.
Fuente: (IESE, 2021)
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