Es fundamental que la contabilidad y la auditoría trabajen de forma coordinada porque ambas se complementan para garantizar que la información financiera de la empresa sea clara, veraz y útil para tomar decisiones. La contabilidad registra todo lo que sucede en términos económicos, mientras que la auditoría revisa que esos registros sean correctos, transparentes y cumplan con las normas. Si trabajan juntas, se fortalece la confianza interna y externa en la empresa, se previenen errores o fraudes, y se mejora la toma de decisiones. En resumen, esta coordinación es clave para una gestión responsable y saludable.
Contabilidad y auditoria
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