El análisis del entorno es fundamental para las empresas al tomar decisiones estratégicas, especialmente en procesos de expansión geográfica como el caso de una empresa de alimentos que busca expandirse a otra ciudad. Este análisis sistemático de factores externos permite evaluar la demanda local mediante conceptos como la elasticidad ingreso de la demanda, que determina si los productos son bienes normales o de lujo en el mercado objetivo, así como los efectos de sustitución que pueden surgir por la presencia de productos locales más económicos. La empresa debe también analizar la estructura competitiva del mercado para determinar si opera bajo competencia perfecta (donde será precio-aceptante) o si existe poder de mercado que permita diferenciación de productos y fijación estratégica de precios, considerando además las barreras de entrada específicas como regulaciones sanitarias o economías de escala en distribución.
La evaluación de costos comparativos es crucial, incluyendo tanto costos fijos (alquiler, equipos, licencias) como costos variables (materias primas locales, transporte, mano de obra), siendo esencial calcular el costo de oportunidad que representa el valor de la mejor alternativa sacrificada. Las decisiones se fundamentan en principios microeconómicos como la maximización de beneficios en el corto plazo (donde el precio debe ser mayor al costo variable promedio) y en el largo plazo (donde el precio debe superar al costo total promedio). Mediante el análisis marginal, aplicando la regla IMg = CMg, y el cálculo de elasticidades (precio, ingreso y cruzada), la empresa puede determinar la cantidad óptima a producir en el nuevo mercado, verificar las condiciones de entrada y evaluar factores regulatorios, todo lo cual proporciona un marco analítico riguroso que aumenta significativamente las probabilidades de éxito en la expansión hacia nuevos mercados geográficos.
La evaluación de costos comparativos es crucial, incluyendo tanto costos fijos (alquiler, equipos, licencias) como costos variables (materias primas locales, transporte, mano de obra), siendo esencial calcular el costo de oportunidad que representa el valor de la mejor alternativa sacrificada. Las decisiones se fundamentan en principios microeconómicos como la maximización de beneficios en el corto plazo (donde el precio debe ser mayor al costo variable promedio) y en el largo plazo (donde el precio debe superar al costo total promedio). Mediante el análisis marginal, aplicando la regla IMg = CMg, y el cálculo de elasticidades (precio, ingreso y cruzada), la empresa puede determinar la cantidad óptima a producir en el nuevo mercado, verificar las condiciones de entrada y evaluar factores regulatorios, todo lo cual proporciona un marco analítico riguroso que aumenta significativamente las probabilidades de éxito en la expansión hacia nuevos mercados geográficos.