Ambos factores son importantes y están estrechamente relacionados:
Una estructura organizacional adaptada eficientemente a las necesidades de la organización va a facilitar las operaciones de la misma ya que cada departamento tiene bien definidas sus funciones.
Un líder con las habilidades y visión adecuadas puede optimizar el desarrollo de dichas funciones proporcionando la guía adecuada para cada miembro de la organización, acercándola al éxito. Para liderar la empresa es necesario tener la capacidad de influir en los empleados, manteniéndolos motivados y orientados al cumplimiento de los objetivos de la empresa. Un líder debe tener la visión orientada a la evolución y el desarrollo para tomar las decisiones necesarias al momento de implementar cambios.
El éxito de una organización depende de una combinación de ambos factores, encontrando un equilibrio adecuado entre estos elementos y adaptarlos a las necesidades específicas de la organización y su entorno.
Un ejemplo de éxito es Apple, quien debido al ingenio de su CEO fue evolucionando de tal manera que ofrece un producto diferenciado con características únicas que le ha permitido posicionarse de manera efectiva en el mercado. Otro ejemplo, en cuanto al fracaso de una organización es Nokia, que, por falta de visión por parte de su CEO, pretendía mantenerse con la antigua tecnología manejada en sus equipos, dando como resultado la obsolescencia de sus productos, al darse cuenta de que la compañía se estaba yendo a la quiebra, se resolvió cambia su CEO y estrategia, actualmente Nokia no vende equipos celulares pero evolucionó a la rama de desarrollo de software y venta de tecnología, decisión que salvó a la empresa de la quiebra.